Un fallo unánime de tres jueces de una Corte Suprema deslegitimada y plagada de juicios políticos. La condena a Cristina y la jugada antidemocrática que se esconde atrás
“Sin Cristina no hay democracia”
Repiten sus seguidores. La ex presidenta recibió un fallo judicial adverso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que la condena a seis años de prisión e inhabilitación de por vida a ejercer cargos públicos
Se trata de una medida judicial -pero por sobre todo política- que plantea diferentes artistas. Por un lado, la composición poco democrática de la Corte Suprema, que hoy cuenta con apenas tres jueces: todos hombres, dos de ellos designados inicialmente por decreto (Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz) y uno enquistado allí hace más de 20 años (Ricardo Lorenzetti).
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el fallo revela el vínculo entre la casta judicial, el poder económico y los sectores de la derecha política.
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Por otro lado, se está encarcelando y proscribiendo a la principal líder de la oposición, que además ya había anunciado que iba a ser candidata en las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Es decir, se busca sacar de la cancha a quien hoy conserva la mayoría de los votos del peronismo y expresa de mejor forma el rechazo a las políticas de ajuste de Milei.
Al mismo tiempo, el fallo revela el vínculo entre la casta judicial, el poder económico y los sectores de la derecha política. Juntos conformaron un tándem que desde hace más de 15 años viene desgastando la figura de Cristina Fernández, en una estrategia conocida como “lawfare” y que requiere de la colaboración de los medios hegemonicos para llevarse adelante, puesto que tiene un fuerte tinte psicológico para alcanzar cierto grado de consenso.
En lo inmediato, la condena a CFK representa un fuerte golpe para el peronismo. Tanto en lo simbólico como en lo electoral. Pero al mismo tiempo, el cachetazo puede servir para alertar a las bases, que junto a la dirigencia kirchnerista deben acompañar a Cristina y militar para romper la proscripción, en el marco de una lucha más general para plantar una alternativa política a este gobierno que permita recuperar el camino del trabajo y la justicia social.
