El sistema electoral de la provincia de Buenos Aires estuvo en portada en los principales medios periodísticos del país. Los planteos de desdoblamiento o no de las elecciones bonaerenses y nacionales fue tema de discusión en el mundillo político del conurbano. Más allá del desdoblamiento o no ¿Cómo impactarán las modificaciones en el sistema electoral nacional en los próximos comicios?
El 1° de octubre de 2024, la Cámara de Diputados aprobó la Ley 27.781 que implementa la Boleta Única de Papel (BUP) para todas las elecciones nacionales. La novedad debutará en los comicios legislativos de este año poniendo fin al clásico “mazo” de boletas partidarias y buscando más “transparencia”.
¿Qué cambia?
Hasta ahora cada fuerza política imprimía sus propias boletas, financiadas con fondos públicos que garantizaban un mínimo de boletas por partido político y se basaban proporcionalmente en los resultados del comicio anterior. Los partidos que habían obtenido mayor cantidad de votos recibían montos mayores para la impresión de boletas.
Este sistema generaba gastos millonarios hasta denuncias de robo o adulteración. Los partidos que no contaban con fiscales y militancia en el control electoral se quejaban de la falta de boletas de su partido.
La BUP (boleta única de papel) unifica todo en una sola hoja: allí figuran todos los partidos, candidatos y categorías (diputados, senadores, etc.), con casilleros para marcar la opción elegida.
La votación se desarrollaría de la siguiente manera:
- Identificación: El elector presenta su DNI en la mesa.
- Entrega: El presidente de mesa le da una BUP y un bolígrafo.
- Voto secreto: Dentro del cuarto oscuro se marca con una cruz el casillero del partido elegido para cada categoría (ej: un voto para diputados, otro para senadores).
- A la urna: La boleta que ya está firmada por las autoridades de mesa se dobla y se deposita en la urna sin necesidad de sobre.
¿Más simple o más complicado?
Cómo todo sistema nuevo este tendrá algunas ventajas y otras desventajas. El oficialismo celebra que la BUP reduce costos (que quizás se equilibren con el gasto en bolígrafos que implica la necesidad de marcar cada boleta) y evita el faltante de boletas. La oposición desconfía de posibles errores en el diseño o los retrasos en el conteo. Otro problema que va a surgir es la falta de costumbre con este nuevo sistema del elector.
Algunos de los inconvenientes con el nuevo sistema serán los siguientes:
- Muchos electores creerán que al marcar a su partido político en la primera categoría a votar (por ejemplo diputados nacionales) ya marcaron su elección en el resto. De esta manera votarán en blanco en el resto de las categorías cuando no fue su voluntad.
- En las BUP solo figurarán los primeros candidatos de la lista favoreciendo la búsqueda de candidatos mediáticos que atrapen al votante y escondiendo a candidatos que “no conviene” mostrar en el listado que no aparece en la BUP. El viejo sistema no permitía “ocultar” candidatos.
- Confusión en sectores vulnerables, por ejemplo adultos mayores o personas con baja alfabetización podrían tener dificultades para marcar correctamente la boleta, especialmente si hay varias categorías (ej.: diputados, senadores, consejeros).
- Votos nulos o mal registrados: En sistemas similares (como el de Córdoba o Santa Fé), ha habido casos de votos anulados por marcas incorrectas (cruces fuera del casillero, doble selección). La discusión en el recuento de votos será mayor.
- Impresión centralizada: Aunque se elimina el gasto en boletas partidarias, el Estado debe imprimir millones de BUP, con altos costos iniciales y un aumento del gasto por la necesidad de provisión de bolígrafos.
- El riesgo de las Boletas “pre-marcadas” ya que al ser todas iguales, podrían filtrarse boletas con casilleros ya tildados a favor de un partido.
- Recuento más lento: Al tener que revisar cada BUP manualmente, el escrutinio podría demorarse más que con el sistema actual incorporando la discusión sobre la veracidad en las marcas cuando no se realizan de forma clara en la boleta.
¿La BUP será un avance o un retroceso? El debate recién comienza y las elecciones 2025 serán la prueba definitiva. Mientras tanto, la capacitación a electores y fiscales será clave para evitar que una reforma pensada para transparentar las elecciones termine en un caos electoral.
