La herencia del ’94 y el semillero presidencial
Hace tres décadas, la reforma constitucional de 1994 transformó a la Capital Federal en un distrito autónomo con facultades electorales propias. Lo que entonces parecía un ajuste técnico se reveló como un laboratorio político. De las calles y barrios porteños surgieron los últimos tres presidentes argentinos —Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei—, convirtiendo cada elección porteña en un ensayo de futuros nacionales. Este 18 de mayo, sin embargo, la ciudad que suele dictar tendencias llega a las urnas con un mapa fracturado y un fantasma: la antipolítica, que celebra su fiesta en el desencanto y es quizás el principal objetivo del gobierno de Javier Milei: generar una apatía social en torno a la política que le permita seguir sumando adeptos a su proyecto cultural y político.
La participación, en jaque
Con 17 listas atomizadas y 30 bancas en juego, el escenario es un rompecabezas donde ninguna fuerza parece capaz de imponer hegemonía. Las encuestas prevén una participación históricamente baja —apenas superaría el 60%—, síntoma de un malestar que atraviesa grietas. El desencanto con la política parece ser el gran descriptor de estas elecciones legislativas. El electorado del PRO se encuentra dividido con Horacio Rodríguez Larreta que presenta lista propia; los libertarios enfrentan su primera prueba sin el efecto novedad de Milei y el nombre del presidente en su boleta; y el peronismo porteño, ahora bajo el rebautizado “Es Ahora Buenos Aires”, intenta capitalizar el rechazo a las políticas de ajuste nacional y la fragmentación del voto de derecha y centro derecha tan afin al electorado porteño pero con una fragmentación interna que divide la oferta peronista en 3 listas.
Los rostros de la pulseada en CABA
– Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires): Representante del peronismo y el kirchnerismo porteño el ex radical busca convertir el enojo con Milei en votos. Santoro, segundo en 2023, promete “defender los hospitales y escuelas” frente al ajuste. Además focaliza su campaña en cuestiones locales y busca despegarse del sello del peronismo tan repudiado en el distrito capitalino.
– Silvia Lospennato (PRO): La diputada nacional lidera la lista oficialista, con el desafío de retener las 15 bancas en riesgo. Su campaña apela a la “gestión eficiente” de Jorge Macri, pero la sombra de Larreta —que compite con “Volvamos Buenos Aires”— divide aguas. En un contexto de elecciones provinciales donde triunfan los oficialismos el desafio del PRO por retener su distrito emblema hacen que esta elección sea determinante para el futuro del partido.
– Manuel Adorni (La Libertad Avanza): El rostro mediático del Gobierno nacional intenta trasladar su capital televisivo a las urnas. Su dilema: ¿logrará cosechar los votos afines a Milei o el carisma del presidente impide el traslado automático de votos?
– Horacio Rodríguez Larreta (Volvamos Buenos Aires): El exjefe de Gobierno apuesta a un centroderecha “no macrista”, con Guadalupe Tagliaferri y el exsocialista Roy Cortina como aliados. Su éxito o fracaso marcará el futuro de un nuevo camino de la centroderecha en la Capital.
– Vanina Biasi (FITU): La izquierda unificada lucha por mantener sus dos bancas, en un contexto donde el descenso en los votos de la izquierda en las elecciones provinciales constituye una amenaza al tradicional perfil combativo de las fuerzas troskistas.
– Lucille Levy (Evolución): La ex dirigente de la FUBA busca cosechar las marchas universitarias de 2024. Con un perfil renovador intenta dar la sorpresa y convertirse en símbolo de la juventud radical.
– Alejandro Kim (Principios y Valores): El representante de Guillermo Moreno en la ciudad busca captar el voto peronista tradicional posicionándose como el único y verdadero peronismo en el distrito tildando a sus rivales de progresistas y social demócratas.
– Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana): El ex jefe de gabinete de Cristina Kirchner busca competir por el voto peronista reivindicando la tradición peronista y kirchnerista con el apoyo del movimiento Evita.
Ramiro Marra (UCD), Ricardo Caruso Lombardi (MID) , Alejandro Biondini (Frente Patriota) y Yamil Santoro (Republicanos) buscan captar el desencanto con los partidos tradicionales y apelan al voto de derecha que rechaza a la “casta” política tradicional asociada al PRO en el distrito.
“la ciudad que suele dictar tendencias llega a las urnas con un mapa fracturado y un fantasma: la antipolítica, que celebra su fiesta en el desencanto y es quizás el principal objetivo del gobierno de Javier Milei.”
El día después
Más allá de los resultados, esta elección dejará una certeza: la Ciudad ya no es el bastión político de antaño del PRO donde la incógnita era el porcentaje que lograba el tradicional ganador de las elecciones porteñas. El partido de Mauricio Macri, con su triunfo en duda y con encuestas que lo posicionan en el tercer puesto, pone en juego su territorio estrella y el futuro de su partido como opción verdadera a nivel nacional. Los resultados de este domingo pueden funcionar como un quiebre en el tradicional partido capitalino.
En un contexto de gran fragmentación de la oferta electoral, similar al de las elecciones de 2003, las elecciones legislativas porteñas podrían funcionar como un termómetro y quizás también como incubadora de un nuevo proyecto nacional.
